DÉJAME
DORMIR, MAMÁ
Hijo mío, por favor,
de tu
blando lecho salta.
Déjame dormir, mamá,
que no hace
ninguna falta..
Hijo mío, por favor,
levántate y desayuna.
Déjame dormir, mamá,
que no hace
falta ninguna.
Hijo mío, por favor,
que
traigo el café con leche.
Mamá, deja que en las sábanas
un
rato más aproveche..
Hijo mío, por favor,
que
España entera se afana.
¡Que no! ¡Que no me levanto
porque no me da la gana!
Hijo mío, por favor,
que el
sol está ya en lo alto.
Déjame dormir, mamá,
no pasa nada
si falto.
Hijo mío, por favor,
que es
la hora del almuerzo.
Déjame, que levantarme
me supone
mucho esfuerzo.
Hijo mío, por favor,
van a
llamarte haragán.
Déjame, mamá, que nunca
me ha
importado el qué dirán.
Hijo mío, por favor,
¿y si
tu jefe se enfada?
Que no, mamá, déjame,
que no me
va pasar nada.
Hijo mío, por favor,
que ya
has dormido en exceso..
Déjame, mamá, que soy
diputado
del Congreso
y si falto a las sesiones
ni se advierte ni se nota.
Solamente necesito
acudir cuando se vota,
que los diputados somos
ovejitas de un rebaño
para votar lo que digan
y dormir en el
escaño.
En serio, mamita mía,
yo no sé por qué te inquietas
si
por ser culiparlante
cobro mi sueldo y mis dietas.
Lo único que
preciso,
de verdad, mamá, no insistas,
es conseguir otra vez
que
me pongan en las listas.
Hacer la pelota al líder,
ser sumiso, ser
amable
Y aplaudirle, por supuesto,
cuando en la tribuna hable.
Y
es que ser parlamentario
fatiga mucho y amuerma.
Por eso estoy tan
molido.
¡Déjame, mamá, que duerma!
Bueno, te dejo, hijo mío.
Perdóname, lo lamento.
¡Yo no sabía el estrés
que produce el
Parlamento!
Fray Junípero (1713 -
1784) Religioso franciscano español
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